El inglés ya no alcanza: ahora se impone saber un tercer idioma
A esta altura, saber inglés es tan necesario como manejar las operaciones matemáticas básicas o poder comprender textos en castellano. Indiscutido como idioma global, el inglés ya no representa un plus sino un sine qua non: sin esa herramienta, es mucho más difícil insertarse en el mercado laboral, pero también viajar o navegar en Internet. Mientras las escuelas consolidan la enseñanza de esta segunda lengua desde primer grado, en la Argentina cada vez más personas elige aprender también un tercer idioma.
El número de personas que estudian dos lenguas extranjeras a la vez aumentó un 36% del año pasado a este en el Centro Universitario de Idiomas (CUI), la institución de enseñanza de idiomas más masiva del país. Este año son más de 3400, cuando el año pasado sumaban 2500. Además, la cantidad de gente que estudia tres idiomas a la vez aumentó un 10% entre 2015 y 2016: ya son más de 1600.
En el Laboratorio de Idiomas de la UBA, dependiente de la Facultad de Filosofía y Letras, se registra la misma tendencia: de sus 6000 alumnos, uno de cada 10 estudian al menos dos lenguas extranjeras.
¿Las causas? Desde el CUI atribuyen este fenómeno al “escenario de incertidumbre”, que hace que la gente se vuelque a los idiomas por su utilidad como posibles herramientas laborales, para conseguir oportunidades dentro o fuera del país. Según una encuesta del propio Centro, la mayoría de los alumnos se anota en los cursos para mejorar su preparación para el mundo del trabajo.
“Estudiar idiomas es una tradición en la Argentina. Nuestro país fue pionero en América Latina en tener profesores de inglés, y los argentinos tienen un buen nivel comparado con la región”, explica el director del CUI, Roberto Villarruel.
En la última edición del EF EPI, evaluación que mide el nivel de inglés en 70 países, la Argentina quedó en el puesto 15 a nivel mundial y primera de América Latina, con un desempeño “alto”.
Saber un segundo idioma facilita el aprendizaje del tercero. Así lo comprobó un estudio de Salim Abu-Rabia y Ekaterina Sanitsky, investigadores de la Universidad de Haifa, en Israel, quienes encontraron que a las personas bilingües les resulta más fácil aprender un nuevo idioma. “Las lenguas se refuerzan mutuamente y dan herramientas para fortalecer las habilidades fonológicas, morfológicas y sintácticas –aseguran los autores–. La aplicación de los conocimientos lingüísticos de una lengua a otra facilita el proceso de aprendizaje de un tercer idioma”. Los hallazgos surgieron de comparar los conocimientos de inglés en dos grupos de chicos de 6° grado: uno monolingüe (hebreo) y otro bilingüe (hebreo y ruso).
El inglés encabeza ampliamente la lista de idiomas elegidos por los argentinos, seguido del portugués. “El chino es el que más creció en los últimos años”, señala Alejandra Elichabe, vicedirectora de Servicios Lingüísticos del Laboratorio de la UBA. Allí la novedad es que este año empezó a dictarse armenio, sumándose a los 12 idiomas que ya se enseñaban.
“Cada idioma tiene su ‘momento’, en función del contexto. El portugués tuvo un salto a partir de la presidencia de Lula y la consolidación del Mercosur. Los cursos de chino duplicaron su matrícula en los últimos 10 años, a raíz de que China dejó de verse como un país ‘exótico’ y se incorporó al imaginario de la gente”, afirma Villarruel.
Las lenguas originarias –en el CUI se enseña wichí, quechua, guaraní, mapuche, toba y tehuelche– también crecieron en los últimos años, “de la mano de la mayor gravitación de América Latina en nuestro país y el énfasis en la inserción regional”. En el Laboratorio de la UBA, quienes estudian estos idiomas son mayormente investigadores académicos, como antropólogos y lingüistas
FUENTE: http://www.clarin.com/sociedad/ingles-alcanza-impone-tercer-idioma_0_1552645147.html
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