Jornada extendida: Una modalidad que se extiende en la región desde hace 15 años

Jornada extendida: Una modalidad que se extiende en la región desde hace 15 años

El pionero fue Chile y luego se sumaron Uruguay y México. En Brasil la situación es similar a la de Argentina.

Durante los últimos 15 años la mayoría de los países latinoamericanos avanzaron en la implementación de la jornada extendida, según una investigación de Axel Rivas publicada por CIPPEC. Cada país adoptó modelos distintos; los resultados también fueron diversos.

El pionero fue Chile, cuya política se inició en 1997 y llegó –como Cuba– a una oferta casi universal de jornada completa desde 3° grado de primaria hasta el fin de la secundaria. El modelo chileno reforzó las áreas curriculares principales, con más horas de lengua y mate­mática. “La conse­cuencia fue, en muchos casos, una saturación de los alumnos y docentes, al no variar los contextos y formatos de aprendizaje. El caso chileno fue un modelo de adición de tiempo escasamente innovador”, evalúa Rivas.

En Uruguay, en cambio, el Pro­grama Escuelas de Tiempo Completo, iniciado en 1999, se focalizó en los sectores más vulnerables. Alcanzó a un 10% de la matrícula y se centró en escuelas primarias chicas, de menos de 250 alumnos. Fortaleció la lengua extranjera, educación física, actividades culturales y talleres definidos por las propias escuelas. Esta política “generó un efecto de cambio en la organización escolar sin sumar horas que repetían los formatos pre­vios”, valora el estudio de CIPPEC.

México se sumó a esta tendencia regional en 2007, con su programa de Escuelas de Tiempo Completo, que aspira a la universalización de este mo­delo desde los 4 años de edad hasta el final de la escuela secundaria. Allí se fortaleció la enseñanza del inglés, educación física, artes y cultura y nuevas tecnologías, y se otorgó cierta autonomía a las escuelas para que cada una definiera sus prioridades. Cinco años después de su lanzamiento, la cobertura aún rondaba el 5%.

En Brasil (como en Argentina), algunos estados avanzaron más que otros. Rivas destaca las experiencias de Pernambuco, Ceará y Río de Janeiro, que “crearon un proyecto transformador con resultados constratables en las evaluaciones”. En Río, por ejemplo, el proyecto, denominado “Escuelas del Mañana”, se enfocó en 150 escuelas secundarias de las favelas.

Según Rivas, “las evaluaciones de impacto indican que, en todos los casos, mejoran los aprendizajes de los alumnos”

 

Fuente: http://www.clarin.com/